(StatePoint) La tos ferina, también conocida como tos convulsiva, es una infección bacteriana extremadamente contagiosa que puede provocar graves problemas de salud, a veces potencialmente mortales, por ejemplo la exacerbación de afecciones médicas crónicas, como el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
El otoño es una de las épocas del año en que la tos ferina alcanza su punto máximo en América del Norte. Coincidiendo con el Mes de la Concientización sobre la EPOC en noviembre, éste es un buen momento para aprender sobre su riesgo de sufrir tos ferina y que la vacunación puede ayudarle a mantenerse saludable. Esto es lo que debe saber:
¿Cuáles son los síntomas de la tos ferina? La tos ferina generalmente comienza con síntomas parecidos al resfriado. No es sino hasta que la gravedad de la enfermedad avanza que puede diferenciarse de otras enfermedades respiratorias. Después de una semana o dos, se puede desarrollar una tos repetitiva y áspera, a veces acompañada de un sonido de “jadeo”, que ocurre cuando todo el aire ha salido de los pulmones y uno inhala mientras tose. Estos ataques de tos, que pueden ser tan intensos que incluso pueden romper las costillas, a menudo dan como resultado la pérdida del control de la vejiga, vómitos y agotamiento, mareos y dolores de cabeza. Los labios y las áreas a su alrededor pueden incluso ponerse azules debido a la falta de oxígeno.
¿Cuándo debo ver a un médico? El tratamiento para la tos ferina está fácilmente disponible y se recomienda muy vivamente. Si se inicia temprano, puede ayudar a reducir la gravedad y la duración de la enfermedad, así como reducir el riesgo de complicaciones. Una vez que se ha hecho un diagnóstico o se ha determinado que hay sospecha de exposición a la enfermedad, debe comenzar a tomar antibióticos inmediatamente.
¿Quién se ve afectado? La tos ferina a menudo se considera como una enfermedad infantil; sin embargo, también afecta a los adultos. Quienes sufren una enfermedad pulmonar subyacente deben tener especial cuidado, ya que la tos ferina puede empeorar estas enfermedades incluso hasta el grado de hacer que los pacientes resulten hospitalizados, incluso luchando por sus vidas.
¿Cómo puedo permanecer sano? Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), la mejor manera de protegerse contra la tos ferina es vacunándose. La inmunización infantil reduce el riesgo de contraer tos ferina y también hay una vacuna para adultos. Desafortunadamente, solo se administró una vacuna contra la tos ferina al 30% de los adultos estadounidenses en los últimos 10 años, dejando a muchas personas vulnerables. La Tdap, que protege contra el tétanos, la difteria y la tos ferina, está cubierta en forma gratuita por la mayoría de los planes de seguro. Recomendada para personas de todas las edades en los Estados Unidos, es especialmente importante para adultos de alto riesgo, como quienes sufren de asma y EPOC, y para adultos mayores que estarán en contacto con bebés menores de 12 meses. Hable con su médico para averiguar si está al día con la vacunación contra la tos ferina.
¿Qué otras medidas de prevención puedo tomar? Como ocurre con muchas otras enfermedades infecciosas, tener buenos hábitos de salud puede reducir sus probabilidades de enfermar de tos ferina. Lávese las manos correctamente con agua y jabón de modo frecuente, especialmente si entra en contacto con una persona que tenga una infección respiratoria. Siempre cúbrase la boca y la nariz al toser o estornudar, y límpiese las manos después. Quedarse en casa cuando está enfermo ayudará a prevenir la propagación de enfermedades respiratorias infecciosas.
Tengo una enfermedad pulmonar crónica. ¿Qué más debo saber? Si bien cualquier persona puede contraer tos ferina, los adultos que viven con asma tienen un riesgo cuatro veces mayor de sufrir la infección y sus complicaciones. En el caso de las personas que tienen EPOC, los síntomas a menudo empeoran después de una infección respiratoria. El asma y la EPOC hacen que las vías respiratorias de los pulmones se inflamen, y la tos ferina puede aumentar aún más esta inflamación de las vías respiratorias, lo que dificulta la respiración. Hable con su proveedor de atención a la salud para asegurarse de tener al día sus vacunas para adultos. Para obtener más herramientas y recursos, visite Lung.org/Pertussis.
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