(StatePoint) A medida que la epidemia de sobredosis y muerte por drogas de Estados Unidos continúa afectando a comunidades de todos los tamaños y en todos los rincones del país, han surgido nuevos desafíos.
Según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, en 2021 murieron por sobredosis relacionadas con drogas más de 107,000 personas, la mayor parte de las cuales fueron por fentanilo fabricado de modo ilegal, que aparece en pastillas falsas, metanfetamina y cocaína.
Desde su fundación en 2014, el Grupo de Trabajo sobre el Uso de Sustancias y la Atención al Dolor de la American Medical Association (AMA) ha reunido a sociedades médicas y médicos en ejercicio para desarrollar y poner en práctica estrategias que puedan ayudar a acabar con esta epidemia. Las recomendaciones del grupo de trabajo incluyen instar a los médicos a mejorar su educación, así como abogar por una atención integral para los pacientes que sufren dolor y para aquellos con trastorno por consumo de sustancias. La AMA también insta encarecidamente a los estados para que actualicen las leyes de modo que la naloxona, el medicamento usado para revertir la sobredosis de opioides, esté más fácilmente disponible, para que despenalicen las tiras reactivas de fentanilo y emprendan otras iniciativas de reducción de daños destinadas a salvar vidas por sobredosis.
Cuando se trata de ayudar a los pacientes con trastorno por consumo de sustancias (SUD), a fin de que lleven vidas satisfactorias y productivas, la ciencia muestra lo que funciona: medicamentos recetados por un médico o dispensados en centros especiales de tratamiento de opioides, combinados con asesoramiento conductual y otros servicios.
A pesar de ciertas tendencias positivas y una ciencia clara, de los 40.3 millones de personas en todo el país que sufren un trastorno por consumo de sustancias, el 93% no recibe tratamiento, según funcionarios federales. Un informe de 2022 del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos descubrió que las compañías de seguros de salud infringen comúnmente las leyes estatales y federales diseñadas para proporcionar cobertura a los trastornos por uso de sustancias y enfermedades mentales. Las compañías de seguros de salud también siguen levantando barreras para el acceso a medicamentos para los trastornos por uso de opioides (MOUD) y les deniegan atención a los pacientes con dolor, o la hacen tan costosa que los pacientes no pueden acceder a ella.
“Ninguna comunidad se ha librado, ni se librará, del dolor de esta epidemia. Las crecientes cifras de mortalidad – con los jóvenes y los estadounidenses negros y morenos muriendo a las tasas de más rápido crecimiento – agregan todavía otro llamado urgente para eliminar las inequidades de salud en el sistema de atención médica. Sabemos que los responsables de la formulación de políticas no han agotado todos los recursos. Hasta que lo hayamos hecho, debemos seguir abogando por respuestas humanas y basadas en evidencias”, dijo el Dr. Bobby Mukkamala, presidente del Grupo de Trabajo de Uso de Sustancias y Atención al Dolor de la AMA.
La AMA subraya que, si bien los médicos están liderando en las áreas en que pueden tener una influencia, no pueden poner fin a la epidemia por sí solos. Para combatir el problema a nivel estatal y nacional, la organización ha publicado una “hoja de ruta” nacional destinada a los responsables de la formulación de políticas y a los reguladores, que está centrada en estas acciones específicas:
• Eliminar las barreras a la atención basada en evidencias para los pacientes con un SUD. Esto incluye eliminar la autorización previa, la terapia escalonada y los límites de dosificación para los MOUD, continuar con las flexibilidades federales para la medicación que se puede llevar a casa en cuanto a los programas de tratamiento de opioides, continuar con las opciones de telesalud audiovisuales y de solo audio para que los pacientes comiencen su tratamiento y eliminar las regulaciones que impiden que la mayoría de los médicos puedan recetar MOUD a sus pacientes.
• Dar pasos inmediatos para proteger a las familias centrándose en aumentar el acceso a la atención basada en evidencias en lugar de utilizar castigos y la amenaza de separación familiar para las personas que padecen un SUD y que están embarazadas, en periparto, posparto y crianza de los hijos.
• Hacer cumplir las leyes que exigen que los beneficios de salud mental estén a la par de otros beneficios de salud, ampliando así el acceso a tratamientos relacionados con la salud mental y los trastornos de abuso de sustancias.
• Las cadenas de farmacias, las compañías de seguros de salud y los administradores de beneficios farmacéuticos deben eliminar las barreras arbitrarias para la terapia de opioides, así como garantizar el acceso de los pacientes a una atención no opioide del dolor que sea asequible y accesible.
• Los pacientes y los médicos deben conversar sobre el almacenamiento y eliminación seguros de los opioides y de todos los medicamentos, y aumentar el acceso a la naxolona para los pacientes que tienen riesgo de sufrir una sobredosis.
• Desarrollar y poner en práctica sistemas destinados a recopilar datos oportunos, adecuados y estandarizados con objeto de identificar poblaciones de riesgo, comprender a fondo el uso de drogas de polisustancias y poner en acción intervenciones de salud pública que aborden directamente la eliminación de las desigualdades estructurales y raciales.
Para obtener más información sobre los esfuerzos para poner fin a la epidemia de sobredosis y muerte por drogas, visite end-overdose-epidemic.org.
Photo Credit: (c) ArLawKa AungTun / iStock via Getty Images Plus
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Enfrentar la epidemia de muertes en nuestras comunidades por sobredosis de drogas
October 26, 2022
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