1. Contaminación del aire exterior.

Si bien la contaminación del aire exterior puede dificultar la respiración de todos, es particularmente dañina para quienes padecen asma, causando síntomas y una mayor necesidad de atención médica, y para los niños, cuyos pulmones aún están creciendo y que respiran más aire por libra que los adultos. Los niños con asma pueden resultar especialmente vulnerables a sufrir efectos negativos para la salud causados por la contaminación del aire.

2. Cambio climático.

Los efectos del cambio climático aumentan los contaminantes del aire como el ozono, el polen de contaminación por partículas, los mohos debidos al incremento de las lluvias y las inundaciones, y el humo de los incendios forestales. A medida que aumentan las temperaturas, el aire más cálido ayuda a formar contaminación por ozono a nivel del suelo, también conocida como smog, un poderoso contaminante del aire. El smog actúa como una quemadura solar sobre los pulmones y puede desencadenar un ataque de asma. Antes de realizar cualquier actividad al aire libre, verifique el nivel de contaminación en su área visitando Airnow.gov. Cuando el aire es negativo, limite el tiempo que usted y sus familiares pasan al aire libre, y trate de trasladar al interior las actividades al aire libre.

3. Incendios forestales.

En algunas zonas del país, el cambio climático está aumentando la frecuencia e intensidad de los incendios forestales y ampliando la temporada de incendios forestales. Los incendios forestales producen humo que contiene contaminación por partículas, que consta de partículas peligrosas lo bastante pequeñas como para viajar profundamente al interior de los pulmones y, a veces, incluso al torrente sanguíneo. La contaminación por partículas puede causar ataques de asma, ataques cardíacos, cáncer de pulmón y muerte prematura. Pero, no es necesario vivir en un área propensa a incendios forestales para vernos afectados. Los vientos pueden transportar estas partículas a miles de millas, lo que significa que muchas personas pueden sufrir una exposición desconocida. La preparación es clave para protegerse usted y proteger a su familia. Consulte los recursos de la American Lung Association, que incluyen información sobre el uso de mascarillas N-95 para protegerse y crear una habitación limpia dentro de su hogar. Visite lung.org/clean-air/emergencies-and-natural-disasters/wildfires para obtener más información.

4. Emprender la acción.

¿Sabía que puede reducir su propia contribución a la contaminación del aire y al cambio climático? Dé prioridad a caminar, andar en bicicleta y al transporte público sobre los vehículos con motor diésel o de gasolina. Conserve la electricidad, y compre su energía de fuentes limpias y sin combustión, si puede. No queme hojas o basura y evite quemar madera siempre que sea posible. Además, cuando busque un lugar para vivir o mejorar su hogar, busque electrodomésticos eficientes y de cero emisiones, como estufas de inducción o bombas de calor. Incluso puede aprovechar los incentivos fiscales para realizar estas actualizaciones.
Si la mala calidad del aire, los incendios forestales, el polen y el moho le provocan síntomas de asma o brotes, siga su plan de acción contra el asma y llame a su médico si sus síntomas no mejoran o empeoran. Para controlar su asma, consulte los muchos recursos de la American Lung Association, que se encuentran en https://www.lung.org/lung-health-diseases/lung-disease-lookup/asthma, y que están alineados con las estrategias EXHALE de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Las estrategias pueden ayudar a reducir los síntomas del asma, prevenir las visitas de emergencia al hospital y ayudarle a evitar faltar a la escuela o al trabajo. Si tiene asma y se ha visto afectado por la mala calidad del aire, plantéese compartir su historia en Lung.org.